La derrota ante Curicó Unido en La Granja no fue una caída más para la Universidad de Chile, sino que un golpazo feo, de esos que obligan a replantearte todo, pues pese a que futbolísticamente era difícil derrotar a los “Torteros”, los azules tenían la esperanza de al menos sumar una unidad para comenzar a salir de la situación de urgencia en la que se encuentran en la tabla de posiciones.

Y ahora, la consigna es una en el CDA: Comenzar a ganar como sea. El próximo partido en el Campeonato Nacional es el Clásico Universitario frente a la UC, un compromiso que, tal y como pasó con Curicó, asoma como perdible en los papeles.

El duelo ante los “Cruzados” y también la llave de Copa Chile frente a Cobresal serán decisivos para la continuidad de Diego López, ya que una parte del directorio de Azul Azul ya le estaría dando vueltas a la idea de destituirlo si el panorama no cambia.

En todo caso, la gran mayoría de los miembros de la sociedad anónima controladora del “Romántico Viajero” tiene una opinión diferente, algo más sensata si se quiera, porque considera que un cambio de DT a estas alturas del año no cambiaría en nada el delicado estado de un club que nuevamente parece condenado a pelear por el descenso.