Esteban Paredes le puso fin ayer a una espléndida carrera. El delantero jugó en el extranjero, se dio el lujo de jugar un Mundial y se convirtió en leyenda en Colo Colo. Por lo mismo, un Estadio Monumental repleto lo fue a despedir anoche para agradecerle lo que hizo con la camiseta alba.

El ahora ex futbolista se encargó de agradecerle a absolutamente todos los que, de alguna u otra manera, contribuyeron a que realizara una gran carrera: desde utileros hasta su familiares más directos.

Ahora su futuro es una verdadera incógnita, aunque ayer el máximo goleador de la Primera División del fútbol chileno lanzó una frase que ilusiona al pueblo albo.

“Esperemos que en otro puesto, en otro lugar fuera de la cancha pueda seguir apoyando al club”, tiró, lo que para muchos fue una apertura de puerta a, en un futuro, trabajar en el club.