Los Lakers ya no saben que hacer, cuatro derrotas en los últimos cinco partidos vuelven a hundir las posibilidades y esperanzas del equipo esta temporada.

La excelencia y porte histórico de LeBron James no bastan a unos Los Ángeles Lakers que continúan su trayecto por la irrelevancia en otra temporada para olvidar. El equipo acumula cuatro derrotas en sus últimos cinco partidos, la última anoche contra unos Sacramento Kings que viven su mejor momento de las últimas 16 campañas.

Desde que arrancó el curso, la franquicia no ha logrado situarse en balance positivo, y ahora mismo sigue hundida en duodécima posición de la Conferencia Oeste con 20 victorias y 25 derrotas.

Contra los Kings, los 32 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias de LeBron volvieron a resultar estériles. Sacramento llegó a dominar por 74-88 en el tercer cuarto, pero un parcial de 25-10 de los locales le dio la vuelta al encuentro en apenas seis minutos.

De’Aaron Fox, con 31 puntos y 6 asistencias, fue el hombre más destacado de los Kings, bien acompañado por Kevin Huerter (18) y Richaun Holmes (16), sustituto de Domantas Sabonis en el quinteto titular. Harrison Barnes, autor de 20 puntos y autor de la canasta decisiva, celebró el triunfo con rabia.

Un día más, los Lakers demostraron encontrarse en un páramo  alrededor de la figura de LeBron. Russell Westbrook, incisivo y errático, aportó 19 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias, pero su eficiencia dejó que desear (8-17 TC). Kendrick Nunn, con 14 tantos, fue el tercer máximo anotador y el único que dejó jugadas de mérito para L.A. Con o sin Anthony Davis, la situación parece difícil de solucionar.