Los Celtics representan ahora mismo el ideal de equipo, sólidos en ambos lados de la pista, unidos y, sobre todo, preparados para todo, también para sufrir, algo que no todos los campeones o campeones potenciales poseen, a veces débiles cuando, tan hechos a la rutina de la victoria plácida, se caen ante las adversidades, sobre todo cuando una desfila tras la otra.

A Toronto, de donde sólo se habían marchado contentos los Sixers y unos Nets que se aprovecharon de unos Raptors escasos de personal, se va a sufrir y los Celtics se lo tenían bien aprendido, escapando de todas las ‘trampas’ de los de Nick Nurse para salir triunfales y reforzados pese a llegar a perder de 10 en el segundo cuarto (110-116).

Juancho Hernangómez, recuperándose del esguince de tobillo que sufrió contra Orlando Magic, no jugó pero podría reaparecer esta semana.

Boston sabe sufrir y, a Jayson Tatum, le encanta. El alero, como si notara ese constante escrutinio sobre quien se le asigna el papel de contendiente de Luka Doncic en la pelea por el MVP, dejó una impactante demostración de quién es, con 31 puntos (11/24 en tiros y un 5/10 en triples) 12 rebotes y 3 asistencias.