En su primer enfrentamiento bajo la dirección técnica de Ricardo Gareca, la selección chilena logró una victoria contundente sobre Albania, con un marcador final de 3-0. El equipo nacional mostró una actuación sólida y cohesionada, demostrando un juego paciente y estratégico desde el inicio del partido.

Desde el comienzo, Chile manejó el balón con calma y precisión, buscando oportunidades de ataque mientras se adaptaba a las condiciones del terreno de juego. A pesar de un susto defensivo temprano, el equipo supo mantener la compostura y responder con un golazo de Eduardo Vargas, quien retornó al seleccionado con una volea impecable.

Tras el gol, Albania intentó tomar el control del partido, pero se encontró con una defensa chilena sólida y bien organizada. La Roja mantuvo su enfoque pragmático, esperando en su propio terreno para aprovechar las oportunidades de contraataque.

En el segundo tiempo, la solidez táctica de Chile se hizo aún más evidente, con el equipo priorizando mantener la ventaja en el marcador. La férrea defensa y los notables cruces de jugadores como Mauricio Isla y Paulo Díaz impidieron que Albania generara ocasiones claras de gol.

A pesar de un par de momentos de peligro por parte del equipo rival, Chile mantuvo el control del partido y aseguró la victoria con dos goles más, marcados por Marcos Bolados y Víctor Dávila. Este último también se destacó con dos asistencias, además de su gol.

Con este triunfo, La Roja festejó su primer partido junto a Gareca y llegará con confianza al próximo desafío contra Francia.