La campeona del mundo, Francia, aseguró su continuación en la competición con una ajustada victoria 2-1 sobre Inglaterra en su compromiso de cuartos de final, y ahora solo dos partidos lo separan de su objetivo de convertirse en el primer equipo desde Brasil en 1962 en defender con éxito su título de la Copa del Mundo. Aunque nunca ha elegido el camino fácil, ya que Francia es el único que aún sigue en pie en el torneo que no ha podido mantener su arco imbatido, encajando el primer gol o permitiendo el empate en cuatro de sus cinco partidos.
“Les Bleus” tienen que agradecer a su increíble talento ofensivo por avanzar a esta instancia, con Kylian Mbappé (cinco goles, dos asistencias) y el máximo goleador histórico de la selección Olivier Giroud (cuatro goles) sumando 11 contribuciones a gol entre ellos. El entrenador francés, Deschamps, admitió que su equipo “tuvo suerte” ante Inglaterra, y quizás necesite un poco de eso aquí, considerando que Francia perdió en tres de sus últimos seis partidos en Copa del Mundo ante selecciones africanas, incluyendo una derrota 1-0 ante Túnez en la presente edición.
Independientemente de lo que pase ahora, Marruecos ha hecho historia en este torneo al convertirse en la primera nación africana en alcanzar las semifinales de una Copa del Mundo. Marruecos ya ha superado a dos gigantes del fútbol europeo en esta fase de eliminación, con una victoria en la tanda de penaltis sobre España siendo seguida por un reñido triunfo de 1-0 sobre Portugal en los cuartos de final, resultados que llevaron al entrenador Walid Regragui calificar a Marruecos como el “Rocky de esta Copa del Mundo”.
Esa referencia cinematográfica parece una evaluación justa, tomando en cuenta que Marruecos ha sido el equipo “no favorito” en todos menos uno de sus cinco partidos en la Copa del Mundo, el cual finalizó en un triunfo 2-1 sobre Canadá. Un sólido desempeño defensivo y gran gestión del juego han sido el sello distintivo del inesperado éxito de Marruecos en este torneo, el cual también se encuentra respaldado por el hecho de que ningún jugador rival ha podido anotar ante ellos en sus últimas nueve presentaciones.