La selección chilena cosechó un agónico y peleado 3-2 en su amistoso contra Paraguay en el Estadio Monumental y volvió a celebrar luego de un largo tiempo, además de sumar la primera victoria en la era de Eduardo Berizzo en la banca nacional.

El primer tiempo fue cuesta arriba futbolísticamente para La Roja, pues la escuadra “guaraní” presionó muy alto y complicó al cuadro criollo, especialmente con un incisivo Julio Enciso, quien buscó mucho con acciones individuales.

La defensa local lograba frenar y reventar los balones forasteros, aunque sufrió la falta de conexiones para generar peligro. Por varios pasajes no pudo pasar la mitad y recurrió a balonazos. En ese contexto, Ben Brereton Díaz destacó con su entrega y un par de remates. El nacido en Inglaterra y Guillermo Soto fueron los más destacados.

En medio de minutos lúcidos de los chilenos, Paulo Díaz (25′) ganó de cabeza para abrir el marcador, cuando las marcas se concentraron en el espigado Guillermo Maripán. La alegría duró poco y se frenó de golpe.

Matías Rojas mandó un tiro frontal y potente, Claudio Bravo cedió un rebote y el propio volante llegó para empatar a los 32′. Tras cartón, Gabriel Ávalos empató (33′).

Todo cambió tras el descanso, con un ingreso clave: Alexis Sánchez reemplazó a un poco trascendente Diego Rubio. El “Niño Maravilla” cambió la cara del ataque rojo, con verticalidad. Además, se le sumaría un compañero con quien tuvo gran entendimiento.

Lamentablemente Brereton salió a los 50′ por un problema muscular, pero Alexander Aravena tomó su lugar con un debut lleno de personalidad e intenciones de buscar la portería rival.

De esta manera, el representativo nacional dejó atrás prácticamente un año y un mes si victorias. El último festejo fue como visita ante Bolivia en La Paz en el camino a Qatar 2022, el 1 de febrero.